Cambio climático, calentamiento global, extinción de especies: todos estos fenómenos de nuestro tiempo están inextricablemente unidos. No sólo se refuerzan mutuamente, sino que también tienen efectos negativos sobre nuestro bienestar, los humanos. Por tanto, ya es hora que abordemos los problemas ecológicos subyacentes y encontremos juntos una solución, por un futuro verde que valgala pena vivir.
La selvas tropicales no sólo frenan eficazmente el avance del cambio climático al almacenar grandes cantidades de carbono, sino que también proporcionan un hábitat importante para una gran cantidad de plantas y animales que encuentran en ellas alimento y refugio. Así pues, los bosques tropicales desempeñan un papel esencial en la conservación de las especies a escala mundial.
Los bosques tropicales húmedos son nuestros ecosistemas más importantes y realizan una valiosa labor en favor de nuestro clima y nuestra capacidad de recuperación. Mientras que los bosques de Panamá solían formar un puente verde entre América del Norte y América del Sur, ahora el país sólo está cubierto de bosques en un 40%. La deforestación a gran escala ha limitado gravemente las importantes funciones naturales del "corredor verde".
Para invertir en esta evolución, no plantamos monocultivos, sino una variedad de especies arbóreas nativas. De este modo, se crea un bosque mixto permanente, que no sólo contrarresta el desplazamiento por especies arbóreas importadas, sino que al mismo tiempo reaviva las tierras degradadas. Gracias a esta gestión sostenible, nos aseguramos de que el bosque siga cumpliendo sus importantísimas funciones dentro de los siguientes 100 años: por un futuro verde.
Nuestro trabajo y nuestros proyectos tienen un gran impacto, tanto local como global. Para que este impacto sea medible y transparente, llevamos a cabo un monitoreo regular de la biodiversidad junto con nuestra organización asociada, la Sociedad Mastozoológica de Panamá (SOMASPA). A través del uso de cámaras trampa durante el monitoreo de 2018 a 2020, hemos visto un aumento significativo en la fauna:
El número de especies de mamíferos registradas en el área del proyecto Colón ha aumentado de 18 a 26.
Entre ellas se encuentran cuatro especies consideradas amenazadas o en peligro de extinción a nivel nacional: Puma (Puma concolor), Paca de tierras bajas (Cuniculus paca), Venado de cola blanca (Odocoileus virginianus) y el Jaguar (Panthera onca).
Se ha observado la presencia de aves frugívoras, que son importantes para la dispersión de semillas y, por tanto, para el mantenimiento del bosque.
En el marco de nuestros proyectos de reforestación, plantamos más de 20 especies de árboles nativos.
Como parte de nuestros proyectos de reforestación, plantamos más de 20 especies de árboles nativos. Muchas de ellas están protegidas para no poner en peligro el rodal, como la caoba americana (Swietenia macrophylla), el cedro español (Cedrela odorata) y el palisandro (Dalbergia retusa).
Además del Estándar Verificado de Carbono (VCS), hemos sido evaluados según los Estándares de Clima, Comunidad y Biodiversidad (CCBS) por nuestro impacto en el clima, la biodiversidad y el trabajo con las comunidades locales.